miércoles, 6 de junio de 2012

"Todas las obras de arte deben empezar por el final"

La base de la adquisición de competencias es la resolución de tareas, entonces la calificación de las mismas se medirá a través de la recogida continua de “datos de cómo se resuelven las tareas propuestas”. Esto supone definir o acotar las competencias específicas que queremos desarrollar y evaluar, así como los criterios que van a derivar de cada una de ellas. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (España), posee un documento ANECA (2004) donde destaca una recopilación de competencias específica con el fin de que se adecuen al Espacio europeo de educación superior, entre ellas las más relacionadas con las asignatura serían:
- Competencia de planificación y organización
- Competencia de comunicación oral y escrita en la lengua materna
- Competencia de trabajo en equipo
- Competencia para las relaciones interpersonales
- Competencias en el manejo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación
- Autoconcepto
- Autoevaluación



En los criterios e indicadores de evaluación se deberían tener en cuenta simultáneamente la adquisición de los contenidos y su transferencia a la interpretación y posicionamiento ante problemas y situaciones reales. Por tanto deberían explicitarse si para resolver una actividad de evaluación el alumnado dispone de los conocimientos necesarios (conocimientos funcionales), activa estrategias adecuadas, alcanza soluciones correctas y si es consciente de cómo lo ha conseguido.


“Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, sino qué habéis hecho”
Jean de Gerson (1363-1429)

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